lunes, 13 de abril de 2015

CAMINO A LA ESCUELA

Camino a la escuela, yo creo, es más que un documental o una película... Es la realidad que sabemos que está ahí, pero nunca nos paramos a pensar en ella. En la película queda reflejado la ilusión y la motivación con la que los niños van a la escuela. Para ellos ir a la escuela no es algo negativo, ni mucho menos se quejan de tener que ir. Para estos niños, poder ir al aula es algo maravilloso, porque saben que si se empeñan en su educación, en su futuro se verán muy recompensados. Poder estudiar para ellos, es mejorar como persona cada día, es crecer y formarse para llegar a ser lo que cada uno tiene en su mente; como por ejemplo en el caso de Carlitos, el niño argentino, que quiere ser veterinario, o su hermana Micaela, que quiere ser maestra. Otros niños, sin embargo, desean quedarse en su pueblo y cuidar de su familia. 





Los cuatro protagonistas están muy motivados y se esfuerzan mucho para lograr los mejores resultados, pero todo esto también es gracias a la educación  que reciben en sus casas. Con esto me refiero a que los padres les inculcan unos valores esenciales para que cada uno de ellos ponga tanta energía e ilusión por asistir cada día a la escuela. Podemos observar, por ejemplo como la abuela de Zahira la dice lo importante que es aprender y que lo aproveche, ya que ella (la abuela) no tuvo ese privilegio, y por este motivo no sabe leer ni escribir. O como el padre de Jackson le dice que se esfuerce mucho en la escuela y cuide de su hermana. Es muy importante todo este apoyo en casa, ya que si no los niños no irían con esas ganas al colegio, ni harían cosas como las cosas que hace luego Zahira, es decir, ir por muchos pueblos de la ladera del Atlas, explicando a todos lo importante que es que todos los niños asistan a la escuela.


 Allí y en cualquiera de los sitios de donde proceden estos cuatro protagonistas, el derecho a la educación no está muy controlada. No todos los niños asisten a la escuela, ya que muchos de ellos tienen que quedarse ayudando a sus padres en diversas tareas. También, muchos de ellos cuando alcanzan una cierta edad, dejan de ir a la escuela por el msimo motivo de antes, la ayuda en el campo o en las tareas diversas. Pero todo esto se ve más destacado con las niñas, creo yo. Ellas suelen dejar los estudios antes, por hacer las tareas de las casas, y atender a sus maridos, ya que en muchos países el matrimonio son acuerdos, y las niñas se casan muy jóvenes. En el ejemplo de Jackson, el niño africano, en su clase son solo varones, ya que las mujeres están en el aula de al lado. Pero  esto también lo vemos en argentina, en la clase de Carlitos, que los chicos están sentados a un lado, y las chicas al otro lado de la clase. En nuestro entorno lo podemos ver en algunas instituciones, que mantienen aun la separación por sexos en la educación, y van a colegios separados; pero es en muy poco casos, porque aquí está  asegurada la igualdad de educación sin distinción de un sexo u otro.


También podemos apreciar las dificultades geográficas por las que deben pasar los protagonistas para llegar cada día a su objetivo, ir a la escuela. Son niños de familias muy humildes que lo único que quieren para ellos es que tengas una mínima educación.  
Aun así, con tanta humildad y con pocos recursos económicos, imparten sus clases en aulas pequeñas, poco iluminadas y austeras. Las clases no están divididas, si no que están todos juntos, agrupando diferentes edades, y tienen un único profesor para todos ellos. Los horarios son normales, pero muy estrictos con la puntualidad. Por ello, los niños tienen que madrugar tanto, para recorrer los kilómetros que separan sus casas de la escuela.



Bajo mi punto de vista, el factor económico si es la clave de estas historias, ya que si las familias tuvieran un mayor nivel económico, probablemente vivirían en ciudades más grandes y harían lo posible por llevar a sus hijos a la escuela ellos mismos. Pero al tener trabajos tan sufridos, los padres no pueden acompañarlos hasta allí. Por tanto, se ven en la obligación de que sus hijos vayan desde muy pequeños solos a la escuela, si quieren que reciban un mínimo de educación.


En conclusión, este tipo de educación está muy lejos de la que nosotros hemos recibido y aún estamos recibiendo. No valoramos nuestra educación todo lo que deberíamos, y yo creo que eso, como futuros docentes, debemos inculcar a los niños desde pequeños, ya que aprender no es algo negativo, ni algo que suponga sacrificio. Simplemente recibimos educación para ser mejores personas. 


Fotos recuperadas de:

http://www.dw.de/image/0,,17274565_401,00.jpg

http://www.saposyprincesas.com/wp-content/uploads/2014/12/camino-a-la-escuela4.jpg 

http://www.ongjamesmoiben.org/web/wp-content/uploads/2015/02/camino-a-la-escuela-2-600x200.jpg

http://3hze2040ffxb2yrw3h46j88y1b6t.wpengine.netdna-cdn.com/wp-content/uploads/2014/12/camino-la-escuela3.jpg 

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